DESARROLLO
Teoría de la elección racional

La teoría de la elección racional, desarrollada por Cornish y Clarke en 1986, sostiene que el delito es resultado de una toma de decisiones racional, en la que los individuos evalúan costos y beneficios antes de actuar. Se vincula a la escuela clásica de criminología y enfatiza el contexto y los factores ambientales en la prevención del delito,planteando varias hipótesis.
- Los delincuentes buscan beneficiarse mediante su comportamiento delictivo.
- Lo cual implica tomar decisiones y hacer elecciones, a pesar de lo rudimentarias que puedan ser.
El proceso de toma de decisiones en el delito está condicionado por diversos factores. En primer lugar, el tiempo disponible es un limitante clave, ya que muchas oportunidades delictivas solo existen por un corto período, lo que obliga a actuar con rapidez y sin demasiada planificación.
El proceso de toma de decisiones en la delincuencia no es uniforme, sino que varía según la etapa del delito y el tipo de delincuente. Cada individuo enfrenta distintos factores que influyen en su elección, lo que genera diferencias en los resultados.
Una perspectiva de la elección racional sostiene que los delincuentes eligen cometer delitos específicos y que esos delitos se cometen por razones específicas. Es necesario entender los factores que los delincuentes tienen en cuenta a la hora de exponerse a una situación de riesgo determinada: análisis de beneficios de una variedad de factores, incluyendo los incentivos, los beneficios anticipados, el peligro que conlleva, las habilidades requeridas, todo ello relacionado con sus objetivos, móviles, experiencia, habilidades, especialización y preferencias. Todas estas variaciones se combinan con el fin de hacer atractivas las oportunidades delictivas a individuos y grupos determinados (Cornish y Clarke, 1987).

Teoría del aprendizaje social

La teoría del aprendizaje Social en criminología sostiene que el comportamiento delictivo es aprendido a través de la interacción con otros. Se basa en la idea de que las personas adoptan conductas criminales al observar y reforzar acciones de su entorno, ya sea por imitación o por asociación con individuos que ya participan en actividades delictivas. Esta teoría fue originalmente formulada por Edwin Sutherland bajo el concepto de "asociación diferencial" y posteriormente desarrollada por Burgess y Akers.
Según Akers, el aprendizaje del comportamiento criminal ocurre mediante cuatro procesos clave:

- Asociación diferencial: Contacto con personas que refuerzan actitudes delictivas.
Definiciones: Creencias y valores que justifican el crimen.
Refuerzo diferencial: Recompensas o castigos que moldean la conducta.
Imitación: Copia de comportamientos observados en otros

Teoría de la anomia
La anomia es un concepto que proviene del griego y hace referencia a la falta de normas o la tendencia a transgredirlas, ya sea individual o colectivamente. En sociología y otras ciencias sociales, se utiliza para analizar las desviaciones de conducta tanto en individuos como en la sociedad en general. En criminología, la teoría de la anomia está relacionada con el estudio del crimen y la delincuencia, y sirve como base para desarrollar teorías sobre tensión social y frustración.
El sociólogo francés Émile Durkheim (París, 1858-1917), considerado uno de los padres fundadores de la sociología como disciplina académica a finales del siglo XIX, fue el primer autor que utilizó el concepto de anomia para describir cómo la falta de normas "hace inestables las relaciones del grupo, impidiendo su cordial integración" (La división del trabajo en la sociedad, 1893) y, más adelante, en su estudio sobre el suicidio (1897) lo identifica como uno de los factores específicos que afectan a esta conducta.
La teoría de la desigualdad de las oportunidades supone una combinación de la anomia, la de la asociación diferencial y de las subculturas .Cloward y Ohlin admiten la existencia de profundas desigualdades entre las diversas clases sociales a la hora de acceder legítimamente a metas cultural y socialmente aceptadas. Los miembros de los grupos más deprimidos se servirían de medios ilegítimos para conseguir sus objetivos pero la innovación de estos autores es la de considerar que los jóvenes no acceden de la misma forma a los medios ilegítimos .La adquisición de un papel o rol conformista estará determinada por una variedad de factores, como la posición económica, la edad, el sexo, la raza y la personalidad.

solo en aquellos barrios en el que el crimen aparece de forma estable e institucionalizada habrá un campo fértil de aprendizaje para los jóvenes se distinguen tres tipos de subculturas delincuentes según los diferentes tipos barrios de la clase baja:
- subcultura criminal :En barrios de clase baja estables,en las que las conductas antisociales son aceptadas como algo normal.
- subcultura de conflicto:En barrios menos estables se promueve el uso de la violencia para acceder a un status privilegiado.
- subcultura de la retirada o abandono:hay individuos que fracasan en los dos tipos de oportunidades (legítimas o ilegítimas ).Elegirán formas de vida alternativas a la de su comunidad alrededor de las drogas,alcohol u otras formas de evasión.
Teoría del control social

Las teorías del control social en criminología cambiaron el enfoque tradicional al preguntarse por qué las personas, teniendo oportunidades para delinquir, deciden no hacerlo. A partir de esta premisa, Travis Hirschi formuló la Teoría del Control Social (1969, 1995), que destaca la importancia de los mecanismos sociales para prevenir el crimen.
Según Hirschi, las personas evitan cometer delitos porque están vinculadas a la sociedad a través de relaciones familiares, educativas y laborales. Cuando estos lazos son fuertes, la delincuencia disminuye, pero si fallan o se debilitan, el individuo pierde el interés en respetar las normas, aumentando la probabilidad de cometer delitos.
Las cuatro dimensiones del control social, según Hirschi son las siguientes
- El apego: Las relaciones sociales fuertes fomentan la conformidad. Por el contrario, para aquellos individuos que no se sientan muy vinculados con su familia, amigos o compañeros de trabajo, los costes de la conducta desviada son mayores, ya que pierden la capacidad para relacionarse con otros y también esa conciencia social.
- El compromiso: Quienes cuentan con más oportunidades legítimas para satisfacer sus intereses tendrán más ventajas en la conformidad. Los que tienen poco control o reducida confianza en el futuro tienen más posibilidades de presentar pautas de conducta no convencionales.
- La implicación: una fuerte implicación en actividades lícitas (trabajar, estudiar, practicar deportes) inhibe el comportamiento desviado. La ausencia de actividad en estas facetas cotidianas puede suponer terminar empleando el tiempo en actividades no legítimas. Además, influye la intensidad de esas actividades, ya que en cuanto mayor sea esta en las actividades cotidianas, más alejado va a estar de esa tentación de delinquir.
- Las creencias: las personas que aceptan y asumen las pautas morales preponderantes en la sociedad en la que se inscriben y que respetan la autoridad tendrán más facilidad para reprimir las tentaciones, que los que se muestran más disconformes a estas pautas morales. En el caso de personas que no siguen estos códigos morales, va a ser más esperado que comentan conductas asociales